El despido por causas objetivas es una de las vías legales que las empresas pueden utilizar para terminar un contrato de trabajo cuando concurren circunstancias económicas, organizativas, técnicas o de producción que lo justifiquen. Sin embargo, en muchas ocasiones, los trabajadores se preguntan si estas causas son realmente legítimas o si se trata de un pretexto para prescindir de ellos sin asumir las consecuencias de un despido improcedente.
En este artículo, vamos a analizar en qué situaciones puede aplicarse esta medida, cuáles son los requisitos legales que debe cumplir y qué opciones tiene el trabajador si considera que su despido no está justificado.
¿Qué es el despido por causas objetivas?
El despido por causas objetivas está regulado en el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores. Se trata de una extinción del contrato de trabajo por motivos específicos que no dependen directamente de la voluntad del empleador, sino de circunstancias económicas, técnicas, organizativas o productivas que afectan a la empresa.
Las causas que pueden justificar este tipo de despido son:
- Causas económicas: Se entiende que existen cuando la empresa tiene pérdidas actuales o previstas, o cuando experimenta una disminución persistente en su nivel de ingresos o ventas. Se considera «disminución persistente» si los ingresos ordinarios o ventas han caído durante tres trimestres consecutivos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
- Causas técnicas: Se producen cuando se introducen cambios en los medios o instrumentos de producción que afectan al puesto de trabajo del empleado despedido.
- Causas organizativas: Se refieren a modificaciones en los métodos de trabajo o en la distribución del personal dentro de la empresa que hagan innecesario el puesto de trabajo.
- Causas productivas: Se dan cuando cambian las demandas del mercado y esto influye en la producción o en los servicios que presta la empresa.
¿Puede una empresa alegar varias causas objetivas al mismo tiempo?
Sí, es posible que una empresa invoque más de una causa objetiva en la carta de despido. Por ejemplo, puede argumentar que, debido a una crisis económica, ha tenido que realizar cambios organizativos y reducir su plantilla.
Sin embargo, cada causa alegada debe estar debidamente acreditada con documentos y pruebas que justifiquen la decisión. No basta con hacer afirmaciones genéricas sin respaldo documental.
¿Cuáles son los requisitos para que el despido por causas objetivas sea válido?
El despido por causas objetivas debe cumplir con una serie de requisitos para ser considerado legal. Si alguno de ellos no se cumple, el trabajador puede impugnar la decisión empresarial.
1. Entrega de una carta de despido
La empresa está obligada a comunicar el despido por escrito mediante una carta en la que deben explicarse de forma clara y detallada las causas que lo motivan. No basta con una justificación genérica, sino que deben aportarse datos concretos que respalden la necesidad del despido.
2. Preaviso de 15 días
La empresa debe notificar al trabajador con una antelación mínima de 15 días antes de la fecha efectiva del despido. Si no lo hace, deberá compensarlo con el salario correspondiente a esos días.
3. Indemnización de 20 días por año trabajado
El trabajador tiene derecho a recibir una indemnización equivalente a 20 días de salario por cada año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Esta indemnización debe abonarse en el mismo momento en que se comunica el despido.
4. Posibilidad de impugnación
Si el trabajador no está conforme con la decisión, puede impugnar el despido ante el Juzgado de lo Social en un plazo de 20 días hábiles desde la fecha de efectos del despido.
¿Cuándo puede considerarse un despido injustificado?
A pesar de que la ley establece estos requisitos, en la práctica hay muchos casos en los que el despido por causas objetivas no está realmente justificado. Algunas situaciones en las que el despido puede considerarse improcedente o nulo son:
- La empresa no demuestra de manera suficiente las causas alegadas: No es suficiente con afirmar que hay pérdidas o cambios organizativos; la empresa debe demostrar con datos contables, informes técnicos o pruebas concretas que la causa es real y justificada.
- La empresa ha realizado nuevas contrataciones en el mismo periodo: Si un trabajador es despedido alegando razones económicas o productivas, pero la empresa ha contratado nuevos empleados en puestos similares, es un indicio de que el despido puede no ser legítimo.
- Discriminación encubierta: En ocasiones, las empresas utilizan esta vía para deshacerse de trabajadores por razones de edad, maternidad, enfermedad u otras situaciones personales, lo que podría ser considerado un despido nulo.
- Falta de preaviso o incumplimiento de la indemnización: Si la empresa no respeta los 15 días de preaviso o no paga la indemnización en el momento del despido, el trabajador puede reclamar y el despido podría ser declarado improcedente.
¿Qué puede hacer el trabajador si considera que el despido no es justificado?
Si un trabajador cree que su despido por causas objetivas no está debidamente fundamentado, tiene la opción de impugnarlo ante el Juzgado de lo Social.
Antes de llegar a juicio, se debe presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Si no se alcanza un acuerdo con la empresa, el caso se lleva ante el juez, quien determinará si el despido es procedente, improcedente o nulo.
- Si el despido se considera procedente, significa que el juez ha validado las razones alegadas por la empresa y que el trabajador solo tiene derecho a la indemnización de 20 días por año trabajado.
- Si el despido se declara improcedente, la empresa tendrá dos opciones: readmitir al trabajador o abonarle una indemnización mayor, equivalente a 33 días de salario por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.
- Si el despido se declara nulo, el trabajador debe ser readmitido de inmediato en su puesto y la empresa deberá abonarle los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la reincorporación.
Conclusión: ¿Está realmente justificado el despido por causas objetivas?
Aunque el despido por causas objetivas es una figura legalmente prevista y en muchos casos puede estar justificado, la realidad demuestra que en numerosas ocasiones las empresas lo utilizan de forma abusiva. Muchas veces se recurre a este tipo de despido para encubrir decisiones empresariales que no cumplen realmente los requisitos exigidos por la ley.
Por ello, es fundamental que los trabajadores conozcan sus derechos y sepan cómo actuar ante un despido que consideren injusto. Si la empresa no justifica adecuadamente las razones del despido, no entrega la carta de despido correctamente, no respeta los plazos de preaviso o no abona la indemnización correspondiente, el trabajador tiene herramientas legales para impugnar la decisión y defender su puesto de trabajo o reclamar la indemnización que realmente le corresponde.