En el ámbito laboral, las empresas pueden imponer sanciones a sus empleados cuando consideran que han cometido una falta en el desempeño de sus funciones. Sin embargo, no todas las sanciones son legítimas: algunas pueden ser abusivas, desproporcionadas o no ajustarse a la normativa vigente.
Si has recibido una sanción disciplinaria que consideras injusta, es importante que conozcas qué derechos tienes y qué pasos puedes seguir para impugnarla.
En este artículo, vamos a explicarte cómo impugnar una sanción disciplinaria, desde la revisión de la carta de sanción hasta la posible intervención de los tribunales.
¿Qué es una sanción disciplinaria en el trabajo?
Las sanciones disciplinarias en el ámbito laboral son medidas que la empresa puede aplicar cuando considera que un trabajador ha incurrido en una infracción. Estas sanciones deben estar previstas en la normativa laboral y, en particular, en el Estatuto de los Trabajadores y el convenio colectivo aplicable.
Las sanciones pueden ir desde una amonestación verbal hasta el despido disciplinario, dependiendo de la gravedad de la falta cometida. En términos generales, las sanciones disciplinarias pueden clasificarse en:
- Leves:
- Amonestaciones verbales o escritas.
- Suspensión de empleo y sueldo de corta duración.
- Advertencias por retrasos o faltas leves de asistencia.
- Graves:
- Suspensiones de empleo y sueldo más prolongadas.
- Reducción de beneficios laborales.
- Pérdida de incentivos o bonificaciones.
- Muy graves:
- Despido disciplinario.
- Sanciones que afecten significativamente al desempeño del trabajador.
La empresa está obligada a comunicar por escrito cualquier sanción impuesta, especialmente si es grave o muy grave, y debe detallar los hechos que la motivan y la normativa en la que se fundamenta.
Diferencias entre sanción disciplinaria y despido
Es importante diferenciar entre una sanción disciplinaria y un despido disciplinario. Mientras que una sanción puede implicar medidas correctivas sin afectar la continuidad del contrato laboral (como suspensiones o amonestaciones), el despido disciplinario supone la extinción definitiva de la relación laboral.
En cualquier caso, tanto las sanciones como los despidos deben respetar los procedimientos legales y ser proporcionales a la falta cometida.
¿Cuándo una sanción disciplinaria puede ser injusta?
No todas las sanciones impuestas por el empresario son correctas o legales. Una sanción puede ser injusta en distintos supuestos, como por ejemplo:
- Falta de pruebas: No existen evidencias claras de que el trabajador haya cometido la falta imputada.
- Desproporcionalidad: La sanción impuesta es excesiva en relación con la supuesta infracción.
- Vulneración de derechos fundamentales: Se ha sancionado al trabajador por ejercer un derecho, como la libertad sindical o el derecho a la huelga.
- Deficiencias en el procedimiento: La empresa no ha seguido el procedimiento adecuado, como la falta de comunicación formal de la sanción.
- Prescripción de la infracción: La falta ha sido sancionada fuera del plazo legalmente establecido.
Si crees que la sanción que has recibido entra en alguno de estos supuestos, tienes derecho a impugnarla.
Algunos ejemplos de sanciones que han sido anuladas por los tribunales incluyen:
- Un trabajador sancionado por acudir a una huelga legalmente convocada.
- Una suspensión de empleo y sueldo basada únicamente en rumores sin pruebas documentales.
Pasos para impugnar una sanción disciplinaria injusta
Si has recibido una sanción disciplinaria injusta, es fundamental que actúes con rapidez y siguiendo los pasos adecuados. Te explicamos cómo hacerlo:
a) Revisa la carta de sanción
Lo primero que debes hacer es leer detenidamente la carta de sanción. Este documento debe contener información esencial como:
- Hechos imputados.
- Fecha en la que supuestamente ocurrió la falta.
- Normativa en la que se basa la sanción.
- Tipo de sanción impuesta.
Si la carta no incluye estos elementos, la sanción podría ser anulada por defectos de forma.
b) Consulta el convenio colectivo
Cada sector tiene su propio convenio colectivo, que regula los derechos y obligaciones de los trabajadores y establece las faltas y sanciones aplicables. Es importante que revises si la sanción impuesta está contemplada en el convenio y si respeta las condiciones establecidas en él.
c) Presenta alegaciones a la empresa
Si consideras que la sanción es injusta, puedes presentar un escrito de alegaciones a la empresa, exponiendo los motivos por los que consideras que la sanción no es válida. Aunque no es obligatorio, este paso puede ser útil para intentar resolver el conflicto sin necesidad de acudir a los tribunales.
d) Impugna la sanción ante el SMAC
Si la empresa mantiene la sanción, el siguiente paso es presentar una papeleta de conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) de tu comunidad autónoma.
Este es un trámite obligatorio antes de acudir a los tribunales y su objetivo es intentar llegar a un acuerdo entre las partes sin necesidad de juicio.
e) Presentar demanda ante los tribunales
Si la conciliación no da resultado, el trabajador puede presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social.
La demanda debe interponerse en el plazo de 20 días hábiles desde la fecha en la que se notificó la sanción. En el juicio, el juez analizará los hechos, las pruebas aportadas y decidirá si la sanción es válida o debe ser anulada.
Posibles resultados de la impugnación
Cuando un trabajador impugna una sanción disciplinaria, el juez puede dictar una de las siguientes resoluciones:
- Confirmación de la sanción: Si el juez considera que la sanción es adecuada y está justificada, el trabajador deberá cumplirla.
- Modificación de la sanción: En algunos casos, el juez puede considerar que la sanción es desproporcionada y reducir su gravedad.
- Anulación de la sanción: Si se demuestra que la sanción es injusta, el juez puede anularla. Si la sanción incluía una suspensión de empleo y sueldo, la empresa deberá reembolsar los salarios dejados de percibir.
¿Qué ocurre si la empresa reincide en sanciones injustas?
Si un trabajador recibe varias sanciones injustificadas, podría tratarse de una conducta abusiva o represalias por parte de la empresa. En estos casos, es recomendable:
- Presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
- Solicitar amparo si hay indicios de vulneración de derechos fundamentales.
- Documentar todas las sanciones impuestas para demostrar un posible acoso laboral.
Recomendaciones para el trabajador sancionado
Si has recibido una sanción disciplinaria, es recomendable que sigas estos consejos:
- No firmes la carta de sanción sin revisarla bien. Si la empresa te obliga a firmar, indica que firmas «no conforme» para que no se interprete como aceptación.
- Guarda toda la documentación relacionada con la sanción, incluidas comunicaciones con la empresa y correos electrónicos que puedan servir como prueba.
- Busca asesoramiento legal. Un abogado laboralista puede ayudarte a evaluar la situación y defender tu caso de la mejor manera posible.
- Actúa dentro de los plazos legales. No dejes pasar el tiempo, ya que las impugnaciones tienen plazos muy estrictos.
En conclusión, las sanciones disciplinarias deben estar justificadas y respetar el procedimiento legal. Si consideras que has sido sancionado de manera injusta, tienes derecho a impugnar la sanción y defenderte. Siguiendo los pasos adecuados y contando con el asesoramiento necesario, puedes hacer valer tus derechos y evitar sanciones indebidas.